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El fuego, los tambores, el circo...

La partera se llamaba Luz

Publicado por editor | 3/06/2008 12:31:00 p.m. | , , , , , , | 0 comentarios »



El 6 de marzo de 1971, mi madre no debió pasarla muy bien. Los dolores del parto la atormentaron un buen de tiempo. Las dudas, el miedo, el dolor, tantas cosas reunidas en un momento.

As u lado, Manuel, mi padre; mi abuelo Papá Yeyo, mi abuela Mamá Chuy y mi tío David.

Al final, con la ayuda de la partera Doña Luz, llegué al mundo. El primogénito de Manuel y María de Jesús.

En un extremo de un gran cuarto, angosto y de altísimas paredes de adobe recubiertas con lodo aplandao y pintadas con cal, muy por debajo de las vigas de madera y los carrizos que sostenían las tejas de barro rojo, sobre un improvisado lecho de cobijas sobre el piso de ladrillo, enmedio del dolor del parto, a la luz de los quinqués nací yo.

El berrido que subió por mi garganta anunció a los que esperaban en el portal que, al menos, la parte del nacimiento iba bien. Mi madre también estuvo bien y pronto pudo tener en sus brazos a su hijito.

No había pensado en ello, pero al escribirlo líneas atrás me impresionó: la partera que ayudó a mi madre a traerme al mundo se llamaba Luz.

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