Es sencillo distinguir un viaje astral de un sueño: en los sueños los objetos, las personas, los hechos se distorsionan y tienen comportamientos que van contra las reglas generales del mundo real. El mundo del sueño es como un arroyo, está fluyendo constantemente, transformándose. Y por eso mismo es difícil de ordenar, de recordar, de explicar con claridad.
En un viaje astral todo es diferente, no hay distorsiones de la realidad, todo está ahi como lo conoces, con la diferencia de que no lo puedes tocar, manipular.
El viaje astral es como un viaje de la conciencia, del pensamiento, sin las limitaciones del cuerpo, que se queda inmóvil en donde estés durmiendo o descansando.
No se si a todos les haya pasado, pero a muchos si: está uno a punto de dormirse y de pronto siente que se va a caer y del miedo da un salto en la cama. Esa experiencia es lo mas cerca que pueden estar de un viaje astral, es un instante pequeño en el que somos concientes de que nuestro cuerpo flota, aunque en realidad la que está fuera de nuestro cuerpo es nuestra concienca, nuestro pensamiento. Y claro, al no saber cómo dominarlo, manejarlo, nos da miedo.
La maquinaria del cerebro humano es tan potente y al mismo tiempo tan poco utilizada, que no sabemos a ciencia cierta para que sirve completamente. Se calcula que algunas personas que han destacado en el campo de la ciencia, el arte, etc. han llegado a utilizar apenas el 10 por ciento dela capacidad cerebral. El resto utilizamos menos que eso.
En ese 90 y tantos por ciento restante hay muchas cosas, experiencias nuevas que quizá no somos capaces de imaginar. Y mucho menos de experimentar.
Vovliendo a lo del viaje astral, es posible que algunas personas tengan la facilidad de hacerlo; otras lo alcanzan a base de meditación y un régimen de vida particular. Los monjes tibetanos, por ejemplo, son capaces de levitar, algunos ven el aura y otros pueden ayudarte a que sanes de akguna enfermedad.
En el fondo solo somos materia orgánica y al mismo tiempo energía. Es posible manipular esa energía, en beneficio o en perjuicio.
Les propongo una experiencia, cuando alguien cercano a ustedes tenga un dolor de muelas u otro dolor, muscular, por ejemplo, pasen su mano sobre la parte que duele, haganlo dejando un espacio como de un centímetro y medio entre la piel o la ropa y lapalma de su mano. Pasen la mano como si bajaran de la cabeza a los pies, en ese sentido. Haganlo varias veces y de preferencia en un ambiente tranquilo. A mas de alguno la otra persona les dirá que cuando pasan la mano el dolor disminuye y si lo hacen con la suficiente concentración pueden ayudar a que el dolor desaparezca. No me pregunten por qué sucede, simplemente sucede.
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